viernes, 7 de enero de 2011

Balmain - un destacadisimo fall 2010

La verdad es que la colección Fall 2010 de Balmain no dejó de sorprenderme, especialmente con sus vestidos, en los que predominaron el animal print y los colores metálicos, especialmente el oro. A pesar de que ya presentada la temporada Spring 2011 quería compartir con ustedes un poco de ésta que tanto me enamoró.


Lacoste se renueva en 2011


Después de 10 temporadas de la campaña “Un Peu d’Air Sur Terre” , Lacoste introducirá un nuevo concepto publicitario bajo el nombre de “Unconventional Chic” en enero. Las publicidades muestran modelos que se lucen en solitario — incluyendo a Liya Kebede, Anja Rubik, Jon Kortajarena y Noah Mills — en vez de los grupos de modelos saltarines frente a ventiladores que estuvimos viendo durante los últimos 5 años. Mert Alas y Marcus Piggott fueron los fotógrafos, haciendo su debut con  Lacoste.

 
“Luego de cinco años era el momento de un cambio. Los anuncios anteriores estaban muy enfocados en el producto y sentimos que necesitábamos una campaña que fuera una afirmación de los principios de la marca como un todo,”Christopher Chenut, CEO de Lacoste SA. dijo 

 
“Estamos mostrando que podés ser chic de una manera diferente, no sólo cuando estás vestido como para ir a una fiesta o para la oficina,” señala Chenut.
Lacoste  y sus licenciatarios invertirán alrededor de 50 millones de euros en campañas publicitarias, que veremos en revistas, vía pública y web.


— David Lipke para WWD.com

lunes, 3 de enero de 2011

Pret-a-porter vs. Haute couture

Dos términos básicos dentro del mundo de la moda: Prêt-à-porter y Haute Couture ó Alta Costura, he aquí las diferencias entre cada uno y sus variantes.

John Galliano - Pret a porter - Spring 2011
Christian Dior - Pret a porter - Spring 2011
                                          

Prêt-à-porter es una expresión francesa que significa textualmente «Listo para llevar». Se refiere a las prendas de moda producidas en serie con patrones que se repiten en función de la demanda; es por tanto la moda que (con diferentes calidades y precios) se ve en la calle a diario. 

En cambio, los modelos de alta costura ó Haute Couture son únicos, no se fabrican en serie y sólo deben adaptarse a la clienta que los compra. Cada uno de estos vestidos necesita entre 100 y 600 horas de trabajo.

Ahora hay una tercera vía entre la “haute couture” y la ropa de confección, que es el “prêt-à-porter” de lujo. Se trata de hacer modelos con diseño y tejidos muy cuidados pero que no son únicos, es decir que se producen en series limitadas para que los tengan unas cuantas privilegiadas. Los precios son intermedios, sobre los 6.000 euros, y están confeccionados por máquinas pero con acabados artesanales. Eso es lo que hacen ahora Valentino, Chanel, Carolina Herrera, Óscar de la Renta… 


Un detalle:
En Francia, el término haute couture está protegido por la ley y está definido por la Chambre de commerce et d'industrie de Paris con sede en París. Sus reglas estipulan que solamente aquellas compañías mencionadas en la lista anual de una comisión, pueden usar el término haute couture para describirse. El criterio para conformar esta lista fue establecido en 1945 y actualizado en 1992. Para ganarse el derecho de autodenominarse casa de alta costura y de usar el término haute couture tanto en su publicidad como en cualquier otra forma, los miembros de la Chambre syndicale de la haute couture deben seguir las siguientes reglas:
  • Diseñar ropa bajo pedido y a la medida para clientes privados.
  • Los diseñadores pueden vender unicamente un diseño de cada prenda de la colección por continente.
  • Tener un taller (atelier) en París con al menos 20 artesanos de tiempo completo.
  • Presentar cada temporada (dos veces por año, para primavera-verano y para otoño-invierno) ante la prensa en París, una colección de al menos 35 diseños para su uso de día y de noche.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Editorial






Dangerous Liaisons | Jessica Stam by Ellen von Unwerth for Vogue China January 2011

Dolce y Gabbana: como conocieron a Madonna

En las primeras épocas de la década del 90, Madonna y los diseñadores Domenico Dolce & Stefano Gabbana todavía tenían pendiente conocerse. Lei la historia de como fue este encuentro, contado por el mismo Stefano y la verdad, me encantó. Es bastante larga para traducir asi que se las dejo en inglés para que practiquen =P


The first Madonna concert we went to was on July 13th 1990 in Torino, Italy. Domenico and I had seats close to the stage. Madonna was on the European leg of her Blonde Ambition Tour. We were in love with her at that time. We always have been. It was that iconic period of excess and provocation that her concerts symbolized. As Madonna sang, and danced, moving in synch with the dancers on the stage, we felt we were dreaming with our eyes open.
We wondered to ourselves if she’d ever wear Dolce & Gabbana and we’d ever get the opportunity to express our admiration for her in person, let her know how inspiring and express the gratitude that all fans feel when they meet their idol…our idol (an exaggerated word I know, but I think it’s the correct one where Madonna is concerned!). The concert ended, reality hit and we returned to Milan.
The summer came and went, and one day in September whilst we were preparing our womenswear collection for the forthcoming fashion week, our press office received a page from the International Herald Tribune with a photo of Madonna. She was in Paris, dressed in a jersey skirt, bra, and embroidered cardigan, all black and all Dolce & Gabbana. We were incredibly emotional; Domenico and I still consider this moment today as one of the most intensive of our career. It seemed like a lucky gift for two Madonna fans, and we couldn’t ask for more.
A few weeks after, something else happened however that convinced us we couldn’t pretend to be just ‘lucky fans’ any longer. Her first film “In Bed with Madonna” had its premiere and she arrived in a complete Dolce & Gabbana look, a black body with suspenders and blazer. The world’s press went crazy over the look and started to ask her why she chose to wear our label. One newspaper printed an image of Madonna dressed in Dolce & Gabbana with the catwalk image beside it. It created an explosion of world attention and instantly pinpointed the emerging relationship between Madonna and us. At this point, it wasn’t something we could turn our backs on. Attempting to keep our emotions in tact, we took the plunge and asked Madonna if she’d like to meet. Madonna replied asking for a meeting in New York.
The appointment was for dinner in Manhattan at an Italian restaurant at 17, between 6th and 7th. We arrived early, our legs were shaking, and we were incredibly nervous. At that time you could still smoke inside restaurants, and I must have smoked about half a pack of cigarettes whilst I was waiting. Madonna arrived right on time. She was on the set of the film Dick Tracey then, and arrived dressed as a man with make-up like Marlene Dietrich.
She was sweet and kind, and immediately put us at ease, telling us how much she loved our work, how she loved Italy, and that she was originally from Abruzzo. She was curious to know more about our career, how we’d started, how we worked, where we drew our inspiration from, Sicilian women, dolce vita, pop culture and the era of the eighties that had just finished.
We didn’t hide our admiration for her for even a minute; we felt a reciprocal kindness, and pretty soon, the lunch developed into one between friends, full of ironic jokes and compliments. We admired her more that we thought possible as fans. We felt like the luckiest fans in the world. We’d met a wonderful person, and above all, a new friend.

As told by Stefano Gabbana


Credits: Madonnarama